lunes, 22 de marzo de 2010

Mi realidad hoy es el fruto de mis deseos pasados



¿Cómo alcanzar nuestros deseos? Fue la pregunta que nos hicimos hace un año. ¿Cómo poder encauzar nuestra energía, nuestra fantasía e imaginación?

Ayer, un año después, alcanzamos uno de nuestros deseos: Abrimos la puerta de nuestra casa para compartir de manera íntima y cercana las experiencias de personas y personajes muy espaciales. Gracias Enrique por enseñarnos a concretar nuestros deseos. Gracias a los asistentes por su presencia y participación.


lunes, 8 de marzo de 2010

lunes, 1 de marzo de 2010

Conversaciones Espaciales

Érase una vez un grupo de letras que consideraban que podían llegar lejos si se unían.

Érase una vez un grupo de letras que trabajando hombro con hombro lograron volverse palabras.

Luego de este primer logro las palabras siguieron juntas, buscando diferentes combinaciones entre sí, trabajando con ahínco y dedicación porque intuían que algo maravilloso iba a suceder.

Y llego el día que las palabras fueron frases, oraciones, párrafos que a su vez ayudaron a construir cuentos, leyendas, tratados científicos, económicos y esotéricos, historias picantes, espeluznantes, emocionantes y recalcitrantes.

Ese día se hizo la luz: había llegado la era del sentido y el significado.

Las palabras ahora sabían que unidas eran portadoras de mensajes llenos de sentido para la humanidad.

Algunos de esos mensajes se volvieron emoción llegando a conquistar el corazón de millones de personas y también acción, conquistando hasta la luna y las estrellas.

Hace no mucho un grupo pequeño de letras se unió para comunicarnos que no debíamos dejar de compartir lo que sabíamos con nuestra comunidad, de manera íntima y cercana, como antes. Que por eso fue que trabajaron tanto, para ayudarnos a transmitir nuestras ideas, historias, memoria y maneras de ver el mundo de manera sencilla y directa.

Fue entonces que decidimos unirnos a la misión de las palabras, interceptando desde nuestro planeta a personas muy espaciales para articular conversaciones desde el corazón y el conocimiento.

Así es como aterrizaron en Piñata Punyeta los mensajes del más acá. Una charla amena, cercana y personal, llena de contacto humano.